Jue. Nov 30th, 2023

Lo conocí a través de Alan Lightman, quien me había enviado un correo electrónico diciéndome que vendría a Nueva York para dar una conferencia, y quería cenar con él y dos invitados: su hija y un hombre llamado Dan.

Inmediatamente sentí este justo resplandor, una especie de modesta calidez, pero también un espíritu muy vivo. Era una persona tan encantadora, tan sutil y generosa, una encarnación de lo que hace un gran editor: salir del camino y eliminar los escombros que los escritores han puesto en su propio camino.

Estaba muy interesado en la interfaz entre el escritor y el académico. Entendió de una manera única cómo toda la historia es una especie de narrativa superpuesta a la realidad, una invención e interpretación. La ciencia es una búsqueda de la verdad impulsada por el hombre. No constructivista social; Hay una verdad elemental. Pero la búsqueda puede afectarse a sí misma porque solo tenemos las herramientas de la conciencia humana para trabajar. Cualesquiera que sean las prótesis (telescopios, microscopios), sigue siendo una mente humana que procesa y analiza, filtrando todo a lo largo de su vida, su amor, los días que ha perdido, todo.

La historia de la ciencia es, en última instancia, la historia de la experiencia humana. Dan vio que había algo que contradecía el modelo robótico de objetividad. Todos los libros que ha escrito tienen una estimulante pregunta en común: “¿Qué es todo? ¿De que va todo eso? «

Alan Lightman es físico y escritor en MIT. Ha publicado una docena de libros con Dan Frank, comenzando en 1986 con «Un yanqui moderno en una corte de Connecticut. y otros ensayos sobre ciencia. «

El 30 de marzo de 1983, recibí una carta de un editor del que nunca había tenido noticias para que se pusiera en contacto conmigo si alguna vez quería escribir un libro: “He leído su columna, The Physical Element, me Durante más de un año Me ha impresionado especialmente la facilidad y la gracia con la que explica ideas complejas. «

Eso fue un gran estímulo. Antes de Internet, Dan siempre me enviaba una carta antes que cualquier otra cosa; no una llamada, sino una carta. He guardado esta carta y todas las cartas que he recibido de él.

por soy_moe

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